¿Especialización o conocimiento global?

A lo largo de la historia han surgido diversas teorías sobre cómo educar mejor a las futuras generaciones. En la actualidad, existe el debate de si la especialización es recomendable o no, en vez del conocimiento global.

El hecho de que cada persona tenga la suficiente libertad para estudiar lo que a ella le guste es perfecto puesto que en esa área particular donde potencias toda tu inteligencia junto con la motivación que te supone especializarte en esa materia supone que cada persona intente ser el mejor en ello e incluso lo consiga. Sin embargo, hay personas que no saben qué hacer con sus vidas puesto que todavía no han encontrado lo que verdaderamente les haga felices. Por esa razón, si se tiene un conocimiento global de las cosas es posible llegar a conocer qué es lo que más te apasiona.

Pero este debate no se reduce a estas dos pinceladas. Cada vez nos vamos aproximando más a la especialización.

En algunos países ya está implantada y da buenos resultados –véase el ejemplo de algunos colegios anglosajones-. La especialización es recomendable siempre y cuando no sobrepase unos límites puesto que solo se debería implantar con moderación. Es decir, hasta una determinada edad, como los dieciséis años, no debería ser implantada. El sistema educativo debería seguir un proceso progresivo. Un modelo podría ser el siguiente: el alumno en los primeros cursos podría aprender varios idiomas puesto que es a esta edad cuando más capacidades tiene el ser humano de aprender varias lenguas por la plasticidad del cerebro que se pierde al pasar los años. Así, el alumno podría someterse a una inmersión de varios idiomas. Al mismo tiempo, los alumnos deberían recibir las claves para expresarse y redactar correctamente en varios idiomas. Posteriormente, los alumnos deberían tener un conocimiento global de las cosas estudiando asignaturas de todos tipos. A la edad de los quince años, el alumno podría empezar a tener la oportunidad de elegir qué le gusta más o menos, pero no abandonando asignaturas. Entonces, a los dieciséis años podría elegir ya las asignaturas para las que presenta buenas capacidades y le gusten, pero teniendo unas asignaturas obligatorias. Lo que sí debería implantarse es que los alumnos estén en las clases según el nivel que tengan puesto que no todas las personas nacidas en el mismo año tienen las mismas capacidades de aprendizaje.

En conclusión, la especialización presenta grandes ventajas, pero se debe combinar con el conocimiento global; solo es necesario estudiar cuándo es la mejor etapa para cada cosa implantando ciertos cambios. Pero es nuestra responsabilidad hacer que el sistema educativo del futuro cambie, y por ello ahora es nuestro deber educarnos de la mejor manera posible para poder tener un amplio conocimiento de las cosas y saber juzgar razonadamente.

Irene Abadía Lapieza

Deja un comentario